Riders on the storm. Es el título de un tema del gran grupo californiano “The Doors”. Sí, sé que todos lo conocéis por algún que otro tema, más visto que el tebeo, como “Break on through” o “The end”.
Pero esta entrada no es para mostraros mis conocimientos sobre la banda de LA, sobre la cual, por cierto, no sé demasiado. Es para hablar de música en un sentido más amplio y general. Básicamente, por matar el tiempo.
Para empezar, me gustaría comentar que no entra en mi concepto de “música” diversos estilos como puede ser el reggeaton, la música dance, el pop comercial, el pseudoflamenquito barato y poco más (existen, siempre, alguna que otra excepción). Definir mi gusto musical es más que complicado, ya que la respuesta es tan amplia como el abanico de estilos y grupos que, a lo largo de mi vida, he escuchado. Podríamos decir que, en regla general, sólo escucho canciones cuya letra contenga un mensaje. No exijo una letra cargada de sentimentalismo, estilismos, recursos varios y con una impresionante riqueza lírica. Simplemente, un mensaje. Como siempre, existen excepciones (una de ellas, evidentemente, las piezas instrumentales). A partir de ahí, mi gusto musical es vastísimo: rock, rock sinfónico, folk, folk rock, rockabilly, rock progresivo, rap, rock andaluz, flamenco…
Algo que me apasiona son las fusiones de estilos. Por ejemplo, el rock andaluz. Soy muy del sur, lo admito, amo Andalucía, su cultura, su gente, su música. Y será por eso por lo que, siempre, me estremezco al escuchar una guitarra española. Y me corro si, tras esta, suena una eléctrica. El rock andaluz o flamenco-rock es un estilo que me define. Pero no saquéis conclusiones precipitadas, porque también podría decir lo mismo del folk. La música hace que, en el tiempo que tardo en hacer “click”, me convierta en un sentimental chico de pueblo de EEUU en plena guerra del Vietnam, o en un incomprendido joven andaluz de chaqueta de cuero.
En realidad, me gusta toda la música que sea progresiva, es decir, experimental, con arreglos, pruebas, fusiones (Fondo Flamenco no es flamenco progresivo, no me toquéis los huevos). Me gusta lo progresivo moderado tanto como grupos que, de progresivos, rozan, alcanzan y sobrepasan la psicodelia. Por ejemplo, Jefferson Airplane, The Doors.
En fin, podría decir muchísimas más cosas, de hecho, no creo que esta entrada tuviese fin, pero no me apetece escribir más. Perdonad el sinsentido de esta entrada, un lunes a las cinco de la mañana y su estructura desordenada (casi parece un “brainstorm”).
Y Blanca, siento que, tras tanto tiempo esperando, la entrada sea sobre música.
No me importa que sea de música, de cerveza, o de fútbol. Lo que importa es aprender más cosas del mundo y de tí. Y mola cantidad que te hayas acordado de mi un pelín mientras lo escribías. Me quedo satisfecha. POR AHORA.
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