Un largo camino que hay que recorrer; desde ahora hasta el fin.

sábado, 8 de octubre de 2011

Estúpidas y felices reflexiones.

Todo esto es tan pueril…

No me sentía bien anoche. Hacía ya meses que, completamente abatido, reflexionaba acerca de mi vida tan intensamente que no podía aguantar las lágrimas. Porque estaba confuso, porque tengo un cacao mental que no es normal, un cúmulo de circunstancias que produjeron un cortocircuitos en mi cabeza. Y en mi corazón.

Pero ya he dormido. Y ya lo he dormido. He hecho una bola de ese sentimiento, la he aplastado bien, he abierto la ventana y lo he tirado. Ha caído lentamente, mientras, observaba como mi respiración volvía a la normalidad, mi cabeza se despejaba y esa presión en el pecho desaparecía. Volví a estar tranquilo. Me dio el sol en la cara, de lleno. Los rayos del sol parecían gritarme, enfadados, “que estamos aquí, siempre estamos aquí para iluminarte, para alegrarte las mañanas! Lo estás tú?” Y tanto que lo estoy. Ha sido, entonces, un subidón.

Tengo una sonrisa en el pecho que me va a estallar. ¿Por qué? Porque tengo 18 años. Porque vivo. Porque tengo un sueño. Para qué voy a sentirme triste, ahogado por ciertas circunstancias, pudiendo aprovechar ese tiempo en alguna otra cosa más útil, provechosa y beneficiosa. Cuán egoísta es sentirse triste teniendo todo lo que tengo. El mundo, la vida, es algo que, simplemente, no hay que comprender. Hay que vivirlo. VIVIR, no MORIR. Yo creo que vivo. Con mis sueños, mis pasiones, mis payasadas, mis risas, mis arrebatos amorosos, mis continuas locuras.

Y me gusta esta vida, aunque tenga demasiadas inquietudes, aunque, a veces, sea demasiado sensible y me hieran cosas que, en teoría, deberían pasar por mi vida sin hacer ruido. Me gusta esta vida, aunque no siempre pueda hacer lo que quiera, aunque no siempre todo salga bien. ¡Y yo que me alegro! ¡Qué aburrida sería mi vida si todo me saliese bien! A veces, hay que darse de bruces contra el suelo para saber que estás caminando por la senda equivocada. Lo que me mosquea más es cuando, al principio de ese camino, hay una señal que advierte del peligro del terreno, pero tú pasas. Pero bueno, ese es otro asunto.

Me gusta esta vida, el sol por la mañana, el rabo de mis perras meneándose, la risa de mis amigos y amigas, el agua fresquita después de un partido, pisar las hojas que se van cayendo de los árboles. Y si aun no he encontrado a esa persona a la que entregarle todo este amor que llevo dentro, todo este cariño, esta ansia de hacer feliz… ya vendrá. Será por tiempo. Tengo la vida entera!

"Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños". Pablo Neruda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario