Un largo camino que hay que recorrer; desde ahora hasta el fin.

lunes, 4 de febrero de 2013

La chica que está por venir.

 Respiró y sintió y sintió y sintió.

 Tragó saliva y advirtió que ya no corrían espinas por su garganta. Alzó la cabeza y las nubes negras no producían en él aquella sensación de angustia que algún tiempo atrás los días no soleados le regalaba. Como una inmensa broma notó que la vida se reía levemente. Había sido puesto a prueba, pensaba, y la había superado con un aprobado raspado. "Nunca he sido muy constante con mis estudios", pensó.

 Una paloma pasó a un metro de su cabeza y observó su torpe pero controlado vuelvo. Algo así debía ser su vida. Un vuelvo estable pero con turbulencias, pues siempre había gustado de salir del tiesto y mear fuera de vez en cuando. Así su vida cobraba mas valor al no tratarse de una aburrida y plana linea recta.

 Era un maravilloso día para sentirse aliviado, en paz.

 Pensó en ella, le apetecía dejar volar su imaginación durante un buen rato. La imaginaba con el pelo oscuro, la piel clara, alguna que otra peca despistada, un pequeña y adorable nariz en medio de su redonda cara. La imaginaba preciosa, inmaculada. Se imaginaban paseando, riendo, besándose, llorando, discutiendo, abrazados, mirándose fijamente, charlando, compartiendo, soñando. Se imaginó pletórico, eufórico. Se imaginó enamorado. Volvió.

 "Te quiero. Te quiero desde que nací. Te esperaré el tiempo que sea necesario, pues eres mi chica". Sea quien sea, tan sólo deseó que no se demorase demasiado su llegada.

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