No es que me haga sufrir esta situación. Creo que pocas cosas pueden herirme, hoy día. Sólo me cansa. Me harta. Me hierve la sangre. Tienes un gran plan trazado en tu mente, vislumbras un futuro esperanzador, lleno de grandes proyectos, sueños, ilusiones… Y de repente, como la mantequilla cede ante un cuchillo caliente, todos tus planes se derriten mientras tú, confuso, sólo eres capaz de aceptar la derrota y, humillado, hincar las rodillas.
Me decía Ezekié, hace unos minutos, que está en mi esencia el luchar. Y es cierto, soy de esa raza indomable (en peligro de extinción), de jóvenes rebeldes, pasionales, impetuosos, que luchan, pelean, sangran, responden sin ser preguntados, sienten, viven la vida al máximo. Pero cada vez estoy más seguro de que está personalidad, tan atractiva y llamativa para algunas personas, no es más que una terrible maldición que pesa sobre mí. ¡La regalo! ¿Quién no ha deseado, a veces, tener un puñado menos de neuronas?
He conocido a lo largo de mi vida a muchas personas que, siendo como yo, han acabado más que perdidos, derrotados, y se han convertido en personas poco sociables, depresivas, constantemente humillados por la vida y sus vicisitudes. Os puedo asegurar una cosa, una sola cosa, y es que estoy feliz. Siempre. Estoy feliz, pero no lo soy. Entiéndase la diferencia. ¿Quién es feliz? ¿Alguien ha sido capaz de ser plenamente feliz? Si alguien considera que sí, probablemente tenga razón, o probablemente no. Probablemente sus tubitos son de poca capacidad, y enseguida consigue llenarlos totalmente. O mis tubitos son camiones cisternas, o aún no he encontrado nada capaz de llenarlos. Probablemente la diferencia entre ellos y yo es que yo he encontrado a personas idénticas a mí. Realmente, nadie sabe hacia dónde se dirige, pero da gusto coincidir en la vida con personas que admiten estar perdidas. Siempre me desvío del tema.
Decía que está en mi esencia luchar pero, ¿cómo luchar contra esta desidia, contra este cansancio, contra esta consciencia excesivamente desarrollada, contra este corazón que se empapa de cuanto lo rodea?
Es todo tan relativo, tan subjetivo, tan complicado, tan ambiguo. Puedo intentar maquillar estas manchas que tiene mi fachada con sonrisas, fiestas, amores baratos y todos esos placeres banales y carentes de valor. Puedo hacerme el loco, el bohemio, el soñador, y decir que hay que vivir la vida. Puedo decirlo y puedo creérmelo. Incluso puedo vivir mucho tiempo sin volver a hacerme este tipo de preguntas.
A todo esto, busco novia. En serio, busco alguna chavalita (llamadme superficial o lo que os salga de la polla) mona, con buen cuerpo, pero mínimamente inteligente y profunda. NO excesivamente profunda. Para hundirnos en un pozo, ya tenemos el mío. Requisito indispensable: que sepa apreciar lo que tengo y lo que soy. Lo que soy, no va a variar lo más mínimo, aunque sí se pueden pulir ciertos aspectos. Lo que tengo, que es nada (citando Sabina), a la chica en cuestión se lo entregaré. Garantizado: amor, cariño, apoyo, seguridad, risas, borracheras, aventuras. Nada de sexo, quiero llegar virgen al matrimonio. Por supuesto, nada de etiquetas ni estereotipos, nada “novios”, “prometidos”, ni de rutina. Cada día algo nuevo. Interesadas, contacten conmigo por aquí, Tuenti. Infórmense sin compromiso!
Volviendo al tema serio, a la normalidad (…), que nadie se preocupe por mí, porque no me voy a suicidar. No me tiraré por la ventana, no me pondré una canción de El canto del Loco ni me cortaré las venas. De hecho, mañana estaré en planta con una sonrisa de oreja a oreja. Porque así soy yo de contradictorio, si te digo que estoy desanimado y apático, te cuento un chiste y te hago feliz un rato. Porque me sale de los huevos. Porque estoy como una cabra.
Sean ustedes felices, chicos y chicas. Si no ha entendido usted nada de lo que he dicho, probablemente tengo usted un grave problema de comprensión lectora o se haya equivocado de tablón. Viva la vida!
Las nubes duran sólo un momento, pero el sol toda la vida. =)
No hay comentarios:
Publicar un comentario