Un largo camino que hay que recorrer; desde ahora hasta el fin.

martes, 26 de noviembre de 2013

Tres besitos alegres.

 Hoy, tras muchos meses de agonía, salió el sol para ti. Tras haber pasado demasiado tiempo sumida en la impotencia de saberse no dueña de su destino y prisionera de un miedo que, por momentos, te ahogaba y no te permitía respirar, las nubes negras han dado paso a un brillante sol que augura un maravilloso futuro por delante.

 Tú, que me has enseñado cómo resistir estoicamente los enviones de la vida. Tú, que has llevado con una sonrisa el pesado temor de lo inevitable a tus espaldas por mucho tiempo. Tú, que me has tendido tu mano teniendo las tuyas empapadas de un sudor frío. Tú, que eres ejemplo de paciencia y esperanza. Tú, que te aferraste, valiente como nadie, a una posibilidad relativamente remota y ganaste la partida. Tú te lo mereces más que nadie.

 Dices que no cabes en ti. Pues bien, yo quiero que explotes. Que explotes de alegría y júbilo y salpiques a todos los tuyos, a los que siempre estuvieron ahí, de todas las sonrisas que este tiempo no te has atrevido a brindar. Y ahora disfruta de cada carcajada, de cada lágrima, de cada bocado dulce y de cada sorbo amargo, porque ahora te toca a ti decidir cómo te sientes.

 Y celébralo. Hoy, veintiséis de noviembre, es tu día. Mañana también lo sera y, desde hoy hasta siempre, todos los días serán tuyos y de nadie más.

 Enhorabuena, negra. Tres besitos pa' ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario